viernes, 7 de agosto de 2009



La expresión corporal o lenguaje del cuerpo es una de las formas básicas para la comunicación humana.

Dimensión de la Expresión Corporal

Cuando se habla de expresión corporal, cualquiera sea el contexto, se suele poner el énfasis fundamentalmente en la dimensión expresiva, algo en la dimensión relacional y comunicativa pero se olvida la dimensión cognitiva.

Partiendo del significado etimológico de expresión (exprimir: hacer salir presionando) señalo Stokoe (1967) que "la EC, así como la danza, la música y las otras artes, es una manera de exteriorizar estados anímicos". Se enfatiza, igualmente, el sentimiento de liberación que produce la práctica de la expresión corporal, aduciendo que la exteriorización de estados anímicos más o menos intensos y contenidos produce un cierto alivio, "libera energías, orientándolas hacia la expresión del ser a través de la unión orgánica del movimiento, del uso de la voz y de sonidos percusivos" (Stokoe, 1967). La liberación de las tensiones acumuladas viene a significar "expansionarse un poco", "relajarse", "descargar la agresividad, la energía", "desbloquear lo que está bloqueado" (Salzer, 1984). Relajar, distender (con su doble sentido de deshacer las tensiones musculares y las psíquicas), descargar, desatar, desbloquear son términos que se utilizan para expresar los resultados que se producen o esperan de la práctica de la EC.

La dimensión expresiva también implica estimular, abrirse a las sensaciones, afinar los sentidos despertando la sensibilidad, darse cuenta de lo que se percibe aquí y ahora. El contacto sensorial actual con los sucesos internos en el presente y el darse cuenta de las fantasías son otros de los objetivos. Por eso, algunos autores relacionan la expresión corporal con la de toma de conciencia y con las técnicas de bienestar (Calecki y Thévenet, 1986).

Por otra parte, se insiste en que la expresión corporal es una experiencia de movimiento libre y espontáneo, de creación con el cuerpo. Se pretende con su práctica aprender a encontrar lo nuevo, lo imprevisto, lo no habitual; "estar preparado para inventar instantáneamente una respuesta satisfactoria a situaciones nuevas" (Drospy, 1982); "dar salida a la espontaneidad creadora en bruto" (Salzer, 1984); descubrir todas las posibilidades que surgen del cuerpo. Expresión corporal y creatividad expresiva siempre van unidas. La expresión corporal si es tal, es al mismo tiempo creativa, porque no puede entenderse una actividad humana donde interviene persona holísticamente sin la capacidad creativa. (Trigo, 1999)

La expresión corporal se da siempre en relación. El individuo se auto expresa mediante las relaciones que establece con su medio, espacio, objetos y con los otros. "Sin esta dimensión relacional no podríamos hablar de expresión corporal" (Santiago, 1985).

Y por último, se coloca el acento en que la expresión corporal supone un expresarse con intencionalidad comunicativa. Y cuando esta faceta se lleva hasta el terreno artístico aparece la expresión corporal espectacular, cuyo objetivo es utilizar el lenguaje corporal para transmitir un producto bellamente elaborado en un espectáculo (mimo, teatro, ballet).

Pero no hay que olvidar la dimensión cognitiva de la expresión corporal, pues para exteriorizar una idea se requiere un proceso mental, que en esencia consiste en buscar los signos más apropiados de lenguaje corporal y combinarlos del modo más adecuado para que permitan transmitir el mensaje que se quiere comunicar. En este sentido, en cualquier acto de expresión corporal encontramos dos niveles: expresivo (acción externa: actividad manifiesta a través del movimiento, gesto) y cognitivo (acción interna: actividad oculta, pensamiento, sentimiento).

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